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sábado, 4 de septiembre de 2010
Solo son sabios los que de verdad aman....
Solo son sabios los que de verdad aman....
Lunes, 23 de Agosto de 2010 19:25 Escrito por Administrator 0 Comentarios Por Adolfo Carrillo Aguirre
Porque sabio es amar sin apegos e intereses como coartada.
Solo con el espíritu se puede dar amor verdadero, y con ello liberar al ser amado de la carga, del compromiso forzoso de esperar una forzada reciprocidad.
Sabio es darse cuenta del relámpago que es la vida, y alcanzar en un solo instante, ese penetrar en lo que es eterno,
Se es sabio cuando al contemplar un cuerpo bello de mujer, se sabe que ello, por sí solo, para un hombre despierto, no puede producirle una fina vibración. Le es necesario y preciso, que esa mujer, posea un alma y mente liberada, que le pueda servir de suprema lanzadera en la sabrosa búsqueda del mundo de lo inefable.
Un hombre sabio, se pregunta. Y a pesar de todo el horror del mundo…..
¿Hay algo más importante que el amor?
¿Hay algo más trascendente e importante para encontrar el alivio de los males del mundo que amor?
Algo Más sabroso. Más alucinante. Más intenso, que la pasión que suele darnos el amor?
Y consecuentemente se preguntará ¿Y qué caminos nos llevan a él?
¿O todos los caminos llevan a su fuente, acaso?
Por ahora, solo digamos que Quizás por eso, de manera inconsciente, ordinariamente incluso, somos arrastradas a la búsqueda del amor. Nos sentimos impulsados hacia ese lado brillante que solo por instantes nos brinda una vida.
Atreverse a iniciar esa búsqueda, se debe, quizás porque nos permite alcanzar ese sentimiento primordial, infinito y eterno, en donde el alma humana se reconoce irradiando plenitud.
Cuando El hombre se atreve a ser un buscador, es que anhela y quiere su presa llamada el amor.
Y por esa búsqueda persistente el cazador y su dolor, será cazado por el amor.
La utilidad de tales búsquedas por encontrar el amor verdadero, en el hombre ordinario, obtendrá fortaleza para poder soportar ese dolor que suele envolverlo y de esa manera dominar el sentimiento de su aparente insignificancia.
Y ese miedo que nos aprisiona y paraliza, y podremos vivir, realmente e iniciar usa búsqueda de quien nos entienda, esa alma gemela que todos anhelamos. Para salvarnos, pensamos.
Pero, cabe preguntarnos, si se inicia esa búsqueda del amor de ese otro que perseguimos, será porque queremos encontrar siempre quien nos salve de nuestras desolaciones?.
Pero, aún nuestra alma gemela, es incapaz de salvarnos?
O será que ese ejercicio solo nos es propio e intransferible.
El hombre sabio entiende que más allá de esa alma gemela, se encuentra vivo el paraíso verdadero del amor, alejado de las simples expresiones de lo físico.
Pero, aún así, contra toda desesperanza, aquí en la dimensión humana, el hombre despierto, entiende que mediante el amor puede vislumbrar su propia grandeza mediante el camino por la conciencia, experimentar en él, briznas de alegría y bienaventuranzas.
Quizás por ello el ser humano suele ser desmesurado cuando extrañamente es alumbrado por la pasión, su alma vibra, y se retuerce en la hoguera del amor.
Por todo ello, podemos expresar que No olvidemos esta certeza:
¡LO ÚNICO REAL ES EL AMOR!
Y
¡QUE EL AMOR LO ES TODO!
Por semejante certeza,
hay que amar.
Amar aquí y más allá del tiempo
y de la eternidad.
Para poder seguir luchando aquí en la tierra,
por que se haga realidad
eso que llamo e invoco
como ¡la vida verdadera¡.
No olvidemos…….
¡Que Nosotros somos el todo
y el todo es UNO!
Y por ello
¡ UNO SOMOS!
Y que …….
¡NO ESTAMOS SOLOS!
Lunes, 23 de Agosto de 2010 19:25 Escrito por Administrator 0 Comentarios Por Adolfo Carrillo Aguirre
Porque sabio es amar sin apegos e intereses como coartada.
Solo con el espíritu se puede dar amor verdadero, y con ello liberar al ser amado de la carga, del compromiso forzoso de esperar una forzada reciprocidad.
Sabio es darse cuenta del relámpago que es la vida, y alcanzar en un solo instante, ese penetrar en lo que es eterno,
Se es sabio cuando al contemplar un cuerpo bello de mujer, se sabe que ello, por sí solo, para un hombre despierto, no puede producirle una fina vibración. Le es necesario y preciso, que esa mujer, posea un alma y mente liberada, que le pueda servir de suprema lanzadera en la sabrosa búsqueda del mundo de lo inefable.
Un hombre sabio, se pregunta. Y a pesar de todo el horror del mundo…..
¿Hay algo más importante que el amor?
¿Hay algo más trascendente e importante para encontrar el alivio de los males del mundo que amor?
Algo Más sabroso. Más alucinante. Más intenso, que la pasión que suele darnos el amor?
Y consecuentemente se preguntará ¿Y qué caminos nos llevan a él?
¿O todos los caminos llevan a su fuente, acaso?
Por ahora, solo digamos que Quizás por eso, de manera inconsciente, ordinariamente incluso, somos arrastradas a la búsqueda del amor. Nos sentimos impulsados hacia ese lado brillante que solo por instantes nos brinda una vida.
Atreverse a iniciar esa búsqueda, se debe, quizás porque nos permite alcanzar ese sentimiento primordial, infinito y eterno, en donde el alma humana se reconoce irradiando plenitud.
Cuando El hombre se atreve a ser un buscador, es que anhela y quiere su presa llamada el amor.
Y por esa búsqueda persistente el cazador y su dolor, será cazado por el amor.
La utilidad de tales búsquedas por encontrar el amor verdadero, en el hombre ordinario, obtendrá fortaleza para poder soportar ese dolor que suele envolverlo y de esa manera dominar el sentimiento de su aparente insignificancia.
Y ese miedo que nos aprisiona y paraliza, y podremos vivir, realmente e iniciar usa búsqueda de quien nos entienda, esa alma gemela que todos anhelamos. Para salvarnos, pensamos.
Pero, cabe preguntarnos, si se inicia esa búsqueda del amor de ese otro que perseguimos, será porque queremos encontrar siempre quien nos salve de nuestras desolaciones?.
Pero, aún nuestra alma gemela, es incapaz de salvarnos?
O será que ese ejercicio solo nos es propio e intransferible.
El hombre sabio entiende que más allá de esa alma gemela, se encuentra vivo el paraíso verdadero del amor, alejado de las simples expresiones de lo físico.
Pero, aún así, contra toda desesperanza, aquí en la dimensión humana, el hombre despierto, entiende que mediante el amor puede vislumbrar su propia grandeza mediante el camino por la conciencia, experimentar en él, briznas de alegría y bienaventuranzas.
Quizás por ello el ser humano suele ser desmesurado cuando extrañamente es alumbrado por la pasión, su alma vibra, y se retuerce en la hoguera del amor.
Por todo ello, podemos expresar que No olvidemos esta certeza:
¡LO ÚNICO REAL ES EL AMOR!
Y
¡QUE EL AMOR LO ES TODO!
Por semejante certeza,
hay que amar.
Amar aquí y más allá del tiempo
y de la eternidad.
Para poder seguir luchando aquí en la tierra,
por que se haga realidad
eso que llamo e invoco
como ¡la vida verdadera¡.
No olvidemos…….
¡Que Nosotros somos el todo
y el todo es UNO!
Y por ello
¡ UNO SOMOS!
Y que …….
¡NO ESTAMOS SOLOS!
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